Uno de los retos a los que se enfrenta la energía solar es reducir los costes, de forma que el autoconsumo resulte más atractivo para los pequeños usuarios.
HeliaSol ha desarrollado una innovadora solución en forma de láminas solares flexibles y ultrafinas que se adaptan a tejados curvos o a cubiertas que no admiten soluciones fotovoltaicas tradicionales.
Lámina solar lista para usar
La lámina solar de HeliaSol tranforma cualquier superficie en generadora de energía.
Entre sus ventajas: cuenta con un soporte adhesivo integrado, que facilita su adhesión a la superficie y su conexión y uso inmediato gracias a los cables de conexión también integrados.
Las láminas solares tienen, además, un peso muy bajo. De acuerdo con sus creadores es de menos de 2 kg por metro cuadrado, mientras que los paneles solares convencionales pesan unos 15-20 kilos.
En cuanto a su grosor, la película solar de HelioSol tiene menos de 2 mm de grosor y menos de 2 cm en la caja de conexiones. Esto significa que la superficie solar se integra perfectamente en la superficie de aplicación sin cambiar su forma ni su grosor.
La institución alemana de pruebas TÜV Rheinland ha certificado que HeliaSol tiene una evaluación del ciclo de vida (LCA) de 14,52 g de CO2 equivalente (CO2e) por metro cuadrado.
Hasta 18 veces más eficientes que los paneles convencionales
El de HelioSol no es el único avance en este sentido.
Un grupo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha desarrollado una placa solar de tela tan fina como un folio, pero tan eficiente como 18 placas tradicionales.
Las telares solares que han desarrollado los investigadores del MIT están hechos de tintas semiconductoras utilizando procesos de impresión que pueden escalarse en el futuro a la fabricación en grandes áreas.
Respecto a sus posibles usos, son variados. Desde el Instituto de Investigación hablan de que podrían integrarse en las velas de un barco para proporcionar energía en el mar; adherirse a tiendas de campaña y lonas que se despliegan en operaciones de recuperación de desastres; o aplicarse a las alas de drones para ampliar su alcance de vuelo.
