«La mayor parte de nuestras vidas transcurre en los edificios, ya sea en los hogares, en el trabajo o en otras actividades. Utilizamos más energía en los edificios que en cualquier otra actividad, ya que es necesaria para mantener la calidad de vida y realizar las operaciones y el mantenimiento del edificio». Así arranca la introducción de la Guía Práctica sobre Ahorro y Eficiencia Energética que publica Enforce.
«Los sectores residencial y terciario, constituidos esencialmente por viviendas y edificios, utilizan aproximadamente el 40% de la energía final de la Unión Europea siendo en el año 2005 de 437 Mtep y son causantes de producir elevadas cantidades de CO2, uno de los llamados gases invernadero«, continúa.
Cómo mejorar la eficiencia energética de los edificios
«En España nuestras viviendas y edificios están en línea con estos altos porcentajes europeos por lo que se hace necesario reducir el consumo de energía, con el consiguiente ahorro para nuestras economías». Esta última declaración de Enforce resume la razón de ser de la guía que acaba de publicar.
La Guía tiene por objeto proporcionar a los consumidores, familias, mantenedores de edificios y administradores de fincas una herramienta de información válida e independiente sobre ahorro y eficiencia energética en los edificios.
La guía ofrece consejos para mejorar la eficiencia climática de los edificios de nueva construcción y los aglutina en varios apartados esenciales:
- Arquitectura bioclimática
- Aislamiento (paredes exteriores, fachadas con aislamiento térmico, paredes interiores, ventanas y puertas acristaladas…)
- Sistemas de calefacción (calderas de baja temperatura, calderas de condensación, calefacción por suelo radiante, bombas de calor, estufas de biomasa, válvulas termostáticas…)
- Sistemas individuales y centralizados
- Fuentes de energía renovable (solar térmica, solar fotovoltaica y geotérmica)
- Microgeneración
- Aire acondicionado
- Oluminiación
- Ahorro energético en ascensores
- Nuevas construcciones
Al realizar estas mejoras de ahorro energético se disminuyen también los gastos de facturación, tanto eléctricos como de combustibles, disminuyendo nuestra dependencia de suministros exteriores. Con estas acciones prácticas se contribuye a la reducción del impacto sobre el cambio climático y la formación y crecimiento de empresas dedicadas a estos servicios, con la consecuente creación de empleo.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.