La biomasa puede aportar grandes y numerosas ventajas de tipo económico, ambiental y social. Por ello, puede parecer lógico tratar de impulsar su desarrollo en España con medidas de apoyo y con políticas coherentes que permitan eliminar dichas barreras. Aún con todo, la Unión por la Biomasa ha difundido un comunicado que explica que, a juicio de la organización, el real decreto aprobado en el último consejo de ministros supone “un nuevo golpe, puede que definitivo”, a la generación de este tipo de energía.
Las últimas medidas aprobadas por el Gobierno para contener los costes regulados de la luz harán “inviable”, según la organización, la generación de energía a través de la biomasa.
El real decreto ha cambiado el método para actualizar anualmente la retribución de las actividades reguladas, que pasarán a estar indexadas a la inflación subyacente a impuestos constantes en lugar de al IPC, lo que permitirá ahorrar 330 y 340 millones. Además, a partir de ahora los productores del régimen especial (renovables y cogeneración) recibirán una tarifa fija, excepto aquellos que prefieran cobrar el precio de mercado (sin prima), con lo que se prevé un ahorro de entre 250 y 500 millones de euros.
De esta manera, los productores de biomasa se quejan de que su exposición a la inflación es total, al necesitar un combustible para producir energía y piden al Gobierno que considere la posibilidad de excluir a este sector de la “congelación” de las primas, dados los beneficios que aporta. Entre esos beneficios mencionan la reducción de las importaciones de combustibles fósiles y de emisiones a la atmósfera, así como la creación intensiva de empleo en el sector agrícola, ganadero y forestal, o su capacidad para ahorrar costes de extinción de incendios forestales.
Datos recientes del Eurobserv´ER señalan que la biomasa sólida ha demostrado ser un valor a prueba de recesión económica, así como una cobertura frente a la inflación. La producción de energía primaria a partir de biomasa sólida a nivel de la Unión Europea no ha dejado de crecer, de manera significativa, desde el año 2000, correspondiendo el mayor crecimiento (del 9,8%) al año 2003, seguido del 2010, con un crecimiento del 8% con respecto al año 2009.
Por otra parte, la bioenergía es la tecnología más intensiva en trabajo de todas las energías renovables y la que tiene mayor potencial de creación de empleo, como señalan diferentes estudios que comparan distintas fuentes. Ya en 2009, la biomasa fue el sector de energías renovables que presentaba el mayor número de puestos de trabajo en la UE con un 31,1% del total en ocupación.