El CEDER-CIEMAT (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas) de Lubia, en Soria, desarrolla un secadero híbrido para el secado de biomasa. ¿Cómo? Mediante el calentamiento de la biomasa con aporte mixto de calor, radiación solar dentro de un recinto tipo invernadero y a través de otras fuentes de calor de baja temperatura, como puede ser agua caliente procedente de refrigeración de motores o intercambiadores de calor de gases de combustión.
Ya existe una patente sobre el secadero, propiedad del CIEMAT y se están buscando posibles empresas interesadas en la construcción y comercialización del secadero mediante acuerdo de licencia.
CEDER-CIEMAT investiga sobre el prototipo con un canal útil de secado de 3,75 metros de ancho y 19 metros de largo, en el que se han obtenido rendimientos de secado medios de 100 a 150 kg/h de agua evaporada. Con estos datos, se ha realizado el diseño del secadero, basado en un invernadero convencional en plástico, con doble pared , de 7,5 metros de ancho útil y 35 metros de largo de canal. Así, el rendimiento promedio será de 600 kg/h de agua evaporada.
Los tres elementos básicos del secadero son el prototipo de volteador, diseñado con el apoyo de Molinos Afau y construido por Tamesa, los intercambiadores de calor en aluminio para el suelo radiante y el medidor de humedad NIR que envía en continuo los valores de la humedad del lecho de biomasa.
Bioenergy International y Expobioenergía explican que el carácter innovador de este secadero se basa en la integración de sistemas de aporte de calor mediante un diseño que permite la producción diaria y estacional estable y constante en términos de humedad, maximizando el aporte de energía solar frente a la utilización de combustible que repercute en el ahorro económico y de energía. Con esta tecnología se pueden alcanzar ahorros significativos de energía convencional en el secado, estimados en un mínimo de un 15 % trabajando de forma constante y estable durante el año, o incluso mayores, si se trabaja solamente durante las horas de sol.
Por otra parte, la inversión en la instalación sería de aproximadamente el 50% de la que requerirían los sistemas convencionales, un auténtico avance. Además, los gastos de mantenimiento son muy bajos y el riesgo de incendio mínimo, debido a las bajas temperaturas de trabajo.