La Asociación Anpier ha aprovechado la noticia de la no solicitud de renovación de licencia de Garoña por parte de Nuclenor, para solicitar al Gobierno una política de desmantelamiento de las centrales nucleares y la sustitución de su producción eléctrica mediante la instalación de más plantas fotovoltaicas. Alude también a la gran inyección de dinero, 4.000 millones de euros en ayudas, que han recibido las eléctricas por la moratoria nuclear desde que se instaurara esta compensación anual, lo que representa un buen porcentaje del 17% del total de los 24.000 millones que se calculan del déficit de tarifa.
Así pues, Anpier solicita al Gobierno que revise las ayudas millonarias que se le están dando al sector nuclear (64 millones en 2011), y se reviertan en un nuevo modelo energético basado en las energías renovables.
Gestión de los residuos
Por otra parte, siempre según Anpier, existe el problema del coste de la gestión de los residuos radiactivos, que corresponde a los presupuestos generales del estado. Este servicio, incluido el combustible gastado, y el desmantelamiento y clausura de las instalaciones nucleares, lo lleva a cabo la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos, S.A. (ENRESA),
Sustitución
Los megavatios que produce anualmente la central de Garoña podrían generarse con una superficie equivalente al Aeropuerto de Barajas en paneles fotovoltaicos, que aportaría una energía sostenible, limpia y segura, que supondría, además, la creación de 2.146 puestos de trabajo.
La Unión Europea, muy pendiente da la nueva reforma del sector, ha advertido recientemente que “Una competencia insuficiente en el sector energético ha contribuido, a la constitución del déficit tarifario al favorecer una compensación excesiva de algunas infraestructuras, tales como centrales nucleares” (dictamen del Consejo sobre el programa de estabilidad de España para 2012-2015, pág. 26).