“Maximizar el uso de las infraestructuras de gas, establecer igualdad de condiciones entre todas la energías que operan en el mercado y tomar decisiones que potencien la competitividad de la industria española” son los objetivos que deberían conseguirse, según Antoni Peris, presidente de la Asociación Española del Gas, Sedigas, para que el gas continúe siendo un motor de creación de empleo y de riqueza. Peris ha hecho estas declaraciones, ayer, durante la rueda de prensa de presentación de la Reunión Anual del sector gasista español.
Según Peris, el gas no sólo es una fuente energética limpia, abundante y competitiva, sino que ayudará a la implantación de las energías renovables en Europa, a la vez que favorecerá la consecución de los objetivos de eficiencia energética y reducción de emisiones.
5 puntos clave:
1- Desarrollo de un marco regulatorio estable que establezca condiciones de libre mercado. Peris apunta que “todas las energías deberían reflejar sus costes en el precio final”. También aboga por diseñar un proceso transitorio de eliminación de la Tarifa de Último Recurso —salvo en el colectivo de los clientes vulnerables— en el que el precio se calcule mediante la subasta de gas.
2- Impulsar la penetración del gas en el SECTOR RESIDENCIAL Y TERCIARIO.
Aunque la penetración en el sector doméstico alcanza sólo el 27%, existen desarrolladas tecnologías de gran eficiencia como son la microcogeneración y las bombas de calor a gas, que deberían potenciarse a través de su inclusión en el Código Técnico de Edificación (CTE) y el Reglamento de Instalaciones Térmicas de Edificios (RITE). La climatización por cogeneración permite el ahorro de costes desde el primer año en energía primaria y emisiones. El impulso de esta tecnología contribuiría a la consecución de los objetivos 20-20-20 así como a la activación de la industria de equipos.
El incremento de puntos de consumo de gas puede generar una mejora sustancial en el empleo: a los 60.000 empleos directos que genera el sector gasista habría que añadir aproximadamente 120.000 empleos indirectos correspondientes a las empresas instaladoras que participan de la expansión.
3- Gas como sustituto de otros combustibles en el sector industrial.
La utilización directa o a través de la cogeneración mejora la competitividad de las empresas, ya que la cogeneración permite producir electricidad a precios muy inferiores, elemento que repercute directamente en la competitividad industrial.
4- Impulsar la penetración del gas en el sector del transporte terrestre y marítimo.
El vehículo de gas ofrece complementariedad al coche eléctrico cubriendo segmentos del mercado, como las flotas cautivas en ciudades, donde el gas presenta soluciones muy desarrolladas.
5- Desarrollo de un “Corredor Ibérico del Gas”
El sector gasista considera que la “privilegiada” situación geopolítica de España permitirá la creación del Hub del Sur de Europa, que canalice el tránsito de gas al resto de países comunitarios. Pero para que esto sea una realidad, es necesario un impulso político así como un ejercicio importante de coordinación con los Estados Miembros adyacentes, para que el Midcat pueda llegar a ser una realidad.
El nuevo proyecto Midcat, que supone una inversión marginal para España —ya que las principales vías de transporte se encuentran desarrolladas— podría reportar ingresos al sistema de más de 100 millones de Euros.
Para 2015 está prevista una capacidad de tránsito entre España y Francia de más de 7,5 bcm en dirección sur-norte. Para poder aprovechar este potencial, se deben adaptar los peajes a los requerimientos de la regulación europea, al tiempo que faciliten el tránsito de gas por España hacia otros países europeos aprovechando la diversificación de orígenes de GNL (13 orígenes) y los yacimientos del norte de África. Un rediseño de peajes coherente, evitaría un encarecimiento del gas excesivo al paso por la frontera, a la vez que daría competitividad al producto.
El sector del gas, factura 18.000 millones de euros entre su rama principal y los sectores de transformación del gas; con un Valor Añadido Bruto de entre 7.000 y 8.500 millones de euros entre estas dos actividades; y tiene una capacidad de inversión de más de 1.000 millones de euros anuales —que llevan sumados más de 13.000 millones desde el año 2.000—. Estos resultados se han obtenido en poco más de 40 años de existencia del gas en España.