Conseguir que la energía circule libremente por la Unión Europea, sin barreras técnicas o regulatorias, cambiará el futuro de Europa. Porque por las líneas y por los tubos por los que nos llega a todos la energía, a cada casa, vehículo, empresa, país… circula mucho más que energía.
Sí, es cierto. Con la energía se transmiten y distribuyen ingentes volúmenes monetarios, energéticos y financieros, también factores estratégicos, políticos y de seguridad de cada país, pero sobre todo, se ponen en contacto esperanzas, relaciones, proyectos, progreso, esfuerzo y desarrollo para las personas y las naciones de Europa y de otros países de todo el mundo. Más aún, hoy somos todos conscientes que de los usos energéticos que hacemos, de nuestras responsabilidades y consecuencias, diferenciadas y compartidas, resulta que en el cambio climático toda la humanidad estamos bajo el mismo paraguas. Estamos unidos por el clima y la energía, por el cielo y la tierra.
Cosas muy grandes han comenzado con energía. Fue precisamente en la Conferencia de Mesinna de 1955 cuando 6 países de la Comunidad Europea del Acero y del Carbón se unieron y relanzaron la idea de Europa con un ambicioso programa de acción que conduciría a la integración. De los sueños y esfuerzos de unos pocos, nacidos de y con la mejor energía –la que trasciende y busca en la unión y el compromiso los mejores valores e ideales haciéndolos extensivos a todos los demás– tenemos hoy nuestra realidad europea. Hoy somos muchos más.
Y cosas aún más grandes pueden comenzar con el clima. Hoy son ya más de 60 “partes” (así se denominan a los países o agrupaciones), que cubren casi el 70% de las emisiones mundiales y suman miles de millones de personas, las que han trasladado sus compromisos y contribuciones a través de sus Gobiernos a la 21ª conferencia sobre el clima que se celebrará en diciembre, Paris Climat 2015. Al final del foro todo el mundo podrá estar subido a un acuerdo que nos une para lograr objetivos en 2030 y más allá, y en el que la Unión Europea ha adoptado un claro liderazgo y compromiso común. Es lo que nos toca.
La suma de las “partes” hace trascender hacia un mundo nuevo, hacia un futuro más acogedor para nuestra casa común que debemos cuidar, pues “nos sustenta y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba”, urgente desafío al que también nos invita y llama con prioridad en su bellísima encíclica Laudato Sí’ el Papa Francisco.
No sólo el compromiso con el clima saldrá más unido de París sino que este horizonte común para revertir el cambio climático tiene la capacidad de ser precursor de muchos otros, un ejemplo de esto lo tenemos en la UE.
La UE fue capaz en 2007 de comprometerse unida para alcanzar un 20% de reducción de las emisiones en 2020, -pero no así para acordar el 20% de renovables y el 20% de eficiencia energética que fue entonces asumido por cada Estado-, y evolucionó en 2014 para ampliar el compromiso UE al 40% de reducción de emisiones para 2030. Pero lo que es significativamente importante es que también el compromiso de lograr más de un 27% de renovables y de eficiencia energética – y hasta un 30%-, es hoy ya un compromiso “de la UE”, y eso puede cambiarlo todo.
El compromiso común de la UE en cambio climático, eficiencia energética y energías renovables, no es un signo de incapacidad de los países para asumir compromisos individuales, no es un acuerdo débil sino todo lo contrario. Supone la decisión de alcanzar un nivel superior, juntos, armonizados y con mayor solidaridad y eficiencia en el uso de los recursos económicos. Es este un claro indicativo de que en la UE contaremos con una mejor gobernanza, acompañada de facultades para promover instrumentos y medidas de macro-política energética con alcance sobre la eficiencia energética y las renovables.
Los europeos, con el clima –lo que nos baja del cielo pero también lo que nosotros enviamos-, hemos demostrado que podemos y sabemos comprometernos a hacer mucho más. Un ejemplo sobre integración, acuerdo y unión, abierto al mundo, para celebrar en París.
Javier Rodríguez,
Director General de ACOGEN
Asociación Española de Cogeneración