Ayer tuvo lugar la celebración del Foro AEGE, la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía, que con el título “Reindustrializar España. Objetivo 2020, la senda de la recuperación” reunió a centenares de industriales afectados por la falta de competitividad de sus industrias motivado por los altos costes energéticos y la incertidumbre regulatoria.
En el Salón de actos de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Madrid se debatieron temas clave para la recuperación de la economía española basada en el incremento del PIB industrial. AEGE compuesta por los sectores industriales con mayor demanda energética (siderurgia, metales, química básica, gases industriales, cemento…) tiene un gran peso en la economía española ya que suponen el 12% del consumo energético nacional, 200.000 empleos, y un volumen de facturación agregada de más de 20.000 millones de euros.
La iniciativa de la Comisión Europea instando a los Estados de la UE a la reindustrialización de Europa como motor de la recuperación económica, tienen sin embargo en España algunos frenos entre los que destaca el componente del coste energético, ya que este representa más del 30% de los costes asociados a la industria electrointensiva.
Según su presidenta Esther Alonso, pasar del 13% de participación de la industria española en el PIB, hasta el 20% que promueve la UE depende básicamente del precio final de la energía eléctrica, y de su paridad con el del resto de países que compiten en Europa. Por eso, para Alonso, es clave la adopción de políticas energéticas como la exención del impuesto eléctrico, un precio estable que permita «compras a futuro», y unas subastas de interrumpibilidad a largo plazo.
El Ministerio
En este sentido, María Teresa Baquedano, directora general de Política Energética y Minas, dijo estar abierta a modificaciones en el sistema de establecimiento de precios de mercado, así como a subastas de interrumpibilidad a más largo plazo a partir del próximo año. Según Baquedano, una vez conseguida la estabilidad del sistema mediante el control del déficit de tarifa, es primordial la estabilidad del precios de la energía mediante mecanismos como las interconexiones, o la mejor estructuración de los peajes de respaldo.
Un poco de análisis de la situación
Según Antonio Merino, director de Estudios y Análisis del Entorno de Repsol, existen varios motivos para la falta de competitividad tanto de España frente a Europa como de Europa frente a EE.UU. y el precio de la energía determina la competitividad de las industrias. La estabilidad de precios en Alemania, por ejemplo, ha hecho que la industria se haya mantenido en los niveles adecuados frente al PIB, mientras que en EE.UU. el uso del carbón y gas autóctonos han marcado precios de energía muy por debajo de los de Europa. A esto, mencionaba Merino, habría que añadir que la política alcista de cambio europea ha sufrido frente al un dólar a la baja durante los años precedentes a la crisis.

Desde la industria
Representantes de Alcoa España, IFIEC Europe, Atlantic Copper, Acerinox, Air Liquide, y FerroAtlántica, pusieron el dedo en la llaga al reclamar para la Industria un mayor protagonismo en la recuperación de la economía. Para esto solicitaron nuevas medidas en la política energética española que abaraten costes de producción y hagan tan competitiva a esta industria frente al resto de Europa. No es de recibo, apuntaba, Rosa García, presidente de Alcoa España, que se importe aluminio de otros países cuando en España se ha tenido que cerrar un tercio de esta industria por falta de competitividad.
Según Javier Targhetta, consejero delegado de Atlantic Copper, aunque la industria española ha reducido sus consumos energéticos en un 40% por medidas de ahorro energético en los últimos diez años, son los costes regulados de la energía eléctrica los que están sangrando la economía de las industrias electrointensivas.
Para Carlos Conde, rector de la Universidad Politécnica de Madrid, es necesaria una política energética mediante un pacto de estado, que de estabilidad al sector industrial.