Por Alberto Cerezo
La caída del precio del petróleo se sitúa ya en mínimos históricos. En menos de un año, el barril de Brent ha perdido más del 50% de su valor. Los países de la OPEP deben ponerse de acuerdo para equilibrar su producción si desean parar la brutal bajada que están sufriendo. Más aún cuando no ha traído consigo un aumento de la demanda como esperaban los países productores.
El aumento de energías renovables y la disminución de la dependencia de los combustibles fósiles también han influido en esta bajada de precios del petróleo. Además, no sólo provoca una independencia desde el punto de vista energético, sino también de tipo económico. Más del 85% de la energía eléctrica que se produce en el mundo está basada en combustibles fósiles: petróleo, energía nuclear o gas natural. Por tanto, el desarrollo de la energía renovable y la disminución de los costes de producción que trae consigo estas tecnologías plantean un futuro incierto en el escenario económico internacional.
El pasado mes de abril, la empresa de servicios financieros Citigroup presentó un informe donde afirmaba que en los próximos años muchas empresas energéticas estadounidenses apostarán por las renovables. Entre las causas que cita la financiera estarían la bajada de costes, la diversidad de los combustibles y los flujos de caja estables. Otra de las causas que apuntaba Citigroup era la escasa volatilidad de los precios de estas energías a diferencia del petróleo o el gas.
Por su parte, el banco de inversión HSBC presentó un informe titulado «El ascenso de las renovables» en el que mostraba unas conclusiones similares. Para este grupo de inversión, las energías limpias están en ascenso en gran parte del mundo por razones puramente económicas. Los beneficios que se logran con el desarrollo de este tipo de energía son más elevados que los que producen con la extracción de combustibles fósiles.
Según el análisis de REN21, Informe de la Situación Mundial de las Energías Renovables 2015, las tecnologías limpias proporcionaron alrededor del 19,1% del consumo mundial total de energía en 2013, mientras que el crecimiento en la capacidad y generación han continuado a lo largo del 2014.
¿Fin del petróleo?
Esta nueva crisis del petróleo no ha acabado con el reinado del crudo en el mercado energético. La evolución de la energía renovable dependerá, por tanto, de las empresas energéticas que se encuentran en los diferentes mercados. Esta bajada en el precio del barril no incrementará o disminuirá automáticamente el desarrollo de la energía renovable.
Los analistas del petróleo pronostican que el precio del petróleo continuará a la baja durante años, lo que ayudará a impulsar el crecimiento económico global. Lo que está claro es que la conversión de la energía fósil a la renovable será cuestión de tiempo a medida que desaparezcan las reservas de petróleo en todo el mundo. Probablemente la energía renovable continúe su desarrollo de manera gradual viéndose más afectada por el agotamiento de ese tipo de recursos que por el precio que impone el mercado internacional del oro negro.