La crisis ha llevado a muchos españoles a sufrir pobreza energética. El alza de los precios de los combustibles fósiles, la pérdida de poder adquisitivo de la población y las empresas se han encargado de ello. La sustitución de calefacciones centrales por calderas individuales de gas ha generado millones de clientes cautivos y dependientes del consumo de gas importado.
Javier Díaz, presidente de la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa, AVEBIOM, defiende un nuevo modelo de calefacción basado en una fórmula más económica y estable en el tiempo, la biomasa.
Se considera que sufre “pobreza energética” el hogar que gasta más del 10% de sus ingresos en combustibles y pasa frío. En 2012 el 10% de la población española se encontraba en esa situación, 4 millones de personas.
España no produce gas natural. Por eso, nuestro país compra a terceros países combustibles fósiles por valor de más de 40.000 millones de euros/año, generando una dependencia energética de casi el 80% y sin capacidad de negociación de los precios.
¿Quién más se beneficia de esta dependencia?
Según Javier Díaz, en España, en el periodo de crisis entre 2007 y 2012, las petroleras han incrementado sus márgenes en torno a un 29%, lo que unido al incremento del precio del petróleo explica el aumento acumulado del 75% del precio de la gasolina y gasóleos de calefacción que han experimentado los consumidores. El año 2012 las petroleras que operan en España, Gas Natural y las eléctricas agrupadas en UNESA obtuvieron unos beneficios de miles de millones de euros.
Escalada continua de precios del gas
Mientras tanto, en la peor crisis económica y social de la democracia en nuestro país, el precio del gas sigue subiendo. Analizando la Tarifa de Último Recurso TUR2 de gas natural vemos como su precio se ha incrementado un 47,9% desde 2005 (3,6 c€/kWh), hasta los 5,07 c€/kWh en julio de 2013. Comparado con el incremento del IPC en el mismo periodo (22,5%), el precio del gas en España se ha visto realmente incrementado en un 25,4% desde el año 2005 al 2013.
La bioenergía es la alternativa al gas fósil importado
1.- La bioenergía es nuestra energía. Se produce en España y el dinero y los empleos se quedan en España. Genera 135 empleos por cada 10.000 habitantes, frente a 9 empleos que generan los combustibles fósiles, incluido el gas natural fósil importado.
2.- La biomasa es 100% ecológica y 100% renovable, pues siempre se utiliza menos de la que crece en nuestros masas forestales. La biomasa agrícola en forma de hueso de aceituna o cáscaras de frutos secos o podas procede de las cosechas anuales, por lo tanto es sostenible.
3.- Las calderas actuales tienen niveles de emisión son muy inferiores a otras calderas de combustibles sólidos y comparables e incluso menores que las de gasóleo y gas natural. El gas natural fósil importado genera dióxidos de nitrógeno, monóxidos de carbono y dióxido de azufre en proporciones similares o mayores que las calderas modernas de biomasa.
5.- La bioenergía emite el mismo CO2 que se fija en la biomasa que posteriormente se utiliza, por eso es renovable. Sin embargo, el CO2 expulsado a la atmósfera en la combustión del gas contribuye decisivamente al calentamiento global del planeta.
6.- En España hay más de 50 empresas productoras de biomasa y otras 50 de distribuidores de biocombustibles solidos (pellets, astillas, hueso, cascara de frutos secos, etc.), que cubren el 100% de la geografía española. España depende de Argelia, Egipto o Nigeria. Países inestables con gobiernos inestables.
7.- El gas natural es tóxico, explosivo y peligroso. La biomasa no.
8.- La biomasa es más barata que el gas natural fósil importado. Según el ultimo informe de precios energéticos que elabora el IDAE, la astilla de pino cuesta 1,39 c€/kWh, el pellet a granel cuesta 3,38 c€/kWh y el gas natural fósil cuesta 5,75 c€/kWh a lo que hay que añadir el término fijo más el alquiler del contador.