Según la European Photovoltaic Industry Association (EPIA), en 2012 la energía solar fotovoltaica fue la tecnología de generación más instalada en Europa por segundo año consecutivo. En total se instalaron unos 17.000 MW en la Unión Europea, de los cuales tan sólo 250 MW correspondieron a España.
Esta es la triste conclusión de un año 2012 en el que se terminaron de instalar 250 MW adjudicados durante el año 2011, hasta que el gobierno estableció la moratoria al régimen de primas. Atrás han quedado los años de bonanza en los que España conseguía casi la mitad del porcentaje instalado. Ahora, con un pírrico 1,5% del total del continente, nuestra industria ha tomado el camino de la frontera para subsistir. El éxito de la energía fotovoltaica se mantiene en Europa a pesar de la crisis, aunque en 2012 se hayan instalado 5.000 MW menos de los 22.000 MW que se instalaron en 2011. La crisis económica y las modificaciones regulatorias de varios países líderes, como Italia o Alemania, han reducido el mercado solar, pero éste aún mantiene su pujanza.
El alcance de la paridad de red de la tecnología solar en los países del Sur de Europa –España, Italia, Portugal, Grecia…– y su proximidad en otros países del Norte está propiciando la modificación de las políticas de apoyo y la aparición de sistemas que favorecen la implantación de modelos de autoconsumo adaptados a las regulaciones y los sistemas eléctricos de cada país.
Una vez más hay un importante contraste entre lo que sucede en España y lo que sucede en nuestros países vecinos, puesto que aquí la tecnología ya es rentable sin ayudas y todavía no hay un marco claro para las aplicaciones de autoconsumo ni está regulado el balance neto. Fuera de España disfrutan de ese marco regulador Italia, Alemania, Bélgica, Holanda…
Según la European Photovoltaic Industry Association (EPIA), en 2012 la energía solar fotovoltaica fue la tecnología de generación más instalada en Europa por segundo año consecutivo. En total se instalaron unos 17.000 MW en la Unión Europea, de los cuales tan sólo 250 MW correspondieron a España.
Esta es la triste conclusión de un año 2012 en el que se terminaron de instalar 250 MW adjudicados durante el año 2011, hasta que el gobierno estableció la moratoria al régimen de primas. Atrás han quedado los años de bonanza en los que España conseguía casi la mitad del porcentaje instalado. Ahora, con un pírrico 1,5% del total del continente, nuestra industria ha tomado el camino de la frontera para subsistir. El éxito de la energía fotovoltaica se mantiene en Europa a pesar de la crisis, aunque en 2012 se hayan instalado 5.000 MW menos de los 22.000 MW que se instalaron en 2011. La crisis económica y las modificaciones regulatorias de varios países líderes, como Italia o Alemania, han reducido el mercado solar, pero éste aún mantiene su pujanza.
El alcance de la paridad de red de la tecnología solar en los países del Sur de Europa –España, Italia, Portugal, Grecia…– y su proximidad en otros países del Norte está propiciando la modificación de las políticas de apoyo y la aparición de sistemas que favorecen la implantación de modelos de autoconsumo adaptados a las regulaciones y los sistemas eléctricos de cada país.
Una vez más hay un importante contraste entre lo que sucede en España y lo que sucede en nuestros países vecinos, puesto que aquí la tecnología ya es rentable sin ayudas y todavía no hay un marco claro para las aplicaciones de autoconsumo ni está regulado el balance neto. Fuera de España disfrutan de ese marco regulador Italia, Alemania, Bélgica, Holanda…