La plataforma ‘Un futuro sin carbón’, lanza en España el informe europeo ‘Last Gasp: The coal companies making Europe sick’ (‘Último aliento: Las compañías del carbón que están enfermando a Europa’). Este informe, impulsado por la alianza europea Europe Beyond Coal, subraya el coste oculto del uso de carbón para la producción de electricidad, utilizando modelos de datos que tienen en cuenta las emisiones de las centrales y la meteorología para estudiar sus impactos en la calidad del aire y la salud de la población.
Reclamaciones de ‘Un futuro sin carbón’
Entre sus reivindicaciones al gobierno, que no se otorguen más subvenciones al carbón y que establezca el año 2025 como límite para que sigan abiertas las térmicas de carbón en España. A las eléctricas les reclaman que dejen de invertir en sus centrales de carbón y soliciten los cierres de forma oficial cuanto antes para garantizar que sean ordenados y planificados.
La plataforma española ha lanzado una campaña de acciones que engloba actividades de comunicación y acciones específicas contra el carbón en todo el estado que se desarrollarán el 1 de diciembre.
Las cifras del presente con carbón
Según el informe elaborado por la plataforma europea, las emisiones de gases y partículas procedentes de las centrales de las principales empresas del sector conllevan graves problemas de salud y miles de millones de euros en costes ocultos, según el modelo detallado. En concreto, según recoge el informe, “el coste de las energías más contaminantes, que está siendo asumido por la sociedad civil, es de hasta 22.000 millones de euros”. Además, “las 91 centrales de carbón que operan actualmente en Europa son responsables de 7.600 muertes prematuras, 3.320 nuevos casos de bronquitis crónica, y más de 137.000 casos con síntomas de asma en niños”.
La plataforma ‘Un futuro sin carbón’ señala a diez empresas como las que concentran la responsabilidad de dos tercios de los impactos en la salud de la producción de electricidad a partir del carbón en Europa, según los datos de 2016 analizados. RWE y EPH, en Alemania, que queman una elevada cantidad de carbón, en concreto lignito, la variedad más contaminante, y lo queman en regiones muy pobladas. En España, la plataforma indica que la más contaminante es Endesa, con 6 de las 16 centrales que operan actualmente en nuestro país (contando con su participación en la térmica de Anllares).
Los costes sanitarios calculados a nivel europeo derivan de los 5.800 ingresos hospitalarios y más de dos millones de días de trabajo perdidos atribuibles a la contaminación por carbón, según la plataforma. Estos costes son equivalentes o superiores a los ingresos que obtienen por la venta de su electricidad de carbón.
“Las empresas conocen muy bien los problemas de salud de los que son responsables. Pero, como muestra este informe, el impacto de su contaminación es mucho más amplio y grave de lo que se suele pensar. Europa es una región densamente poblada, y una central de carbón en cualquier país amenaza la salud de la población de toda Europa debido a la contaminación transfronteriza”, afirma Kathrin Gutmann, directora de campaña de la alianza europea Europe Beyond Coal. “El cierre de las centrales de carbón mejorará la salud de un elevado número de personas, además de contribuir a la lucha contra el cambio climático”, concluye.