Hoteles y Alojamientos turísticos concentran el 9,3% del total de la energía primaria consumida en España, todavía de forma masiva a partir de fuentes fósiles como gasóleo, gas, propano y electricidad, todas ellas dependientes del petróleo y por tanto expuestas a continuas alzas de precio.Todo ello les convierte en uno de los sectores con más interés propio en las medidas de ahorro, eficiencia energética e implantación de energías renovables.
Sin olvidar el significativo beneficio económico y medioambiental que tendrá la implantación masiva de medidas de esta índole en este sector, garantizarán ahorros económicos en sus propias cuentas, al reducir drásticamente los costes que sus propios negocios deben soportar por las fuentes convencionales para ACS, calefacción y climatización.
El Convenio CEHAT(Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísiticos) e IDAE establecieron un canal directo de información y comunicación sobre los programas Biomcasa, Solcasa, Geotcasa y GIT, promovidos por la administración para instalar a través de Empresas de Servicios Energéticos –ESEs-, con ahorros garantizados, las energías renovables Biomasa, Solar Térmica y Geotermia para ACS, calefacción y climatización de edificios y piscinas.
Desde múltiples foros se pone de manifiesto el gran interés por la rehabilitación sostenible de este sector, que permitirá relanzar el turismo como la primera fuente de divisas de España. Recientemente,
durante la celebración de los IV Talleres de Sensibilización y Transformación, “La innovación, clave para el turismo del Siglo XXI celebrados en Santander el pasado mes de abril, el presidente de la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria explicó que, aunque el sector turístico local se está viendo afectado por la crisis económica, hay que “aprovechar el descenso de actividad para ponernos al día en las nuevas tecnologías”, especialmente en el caso de las pequeñas y medianas empresas, que son mayoría en la comunidad autónoma.
Estas tres fuentes, biomasa, solar térmica y geotermia, se han consolidado al frente de las Energías Renovables para usos térmicos por su capacidad de ofrecer al usuario, además de sustanciales ahorros económicos, niveles de eficiencia y confort equivalentes a las convencionales, aportándole otros beneficios añadidos como la garantía de suministro a un coste no relacionado con el petróleo y respeto al medio ambiente.
Un hotel que desee posicionarse como referente en sostenibilidad y disminuir su huella ecológica y su impacto medioambiental con respecto al consumo de recursos energéticos, debe asegurarse de que las energías que utiliza son totalmente renovables. En concreto, para el abastecimiento de calefacción y agua caliente, las calderas de biomasa son una opción segura para el ahorro energético y económico. Únicamente serán necesarias pequeñas adaptaciones en la instalación del cuarto de calderas. A las ventajas medioambientales y económicas se une la automatización de su funcionamiento, o la monitorización a distancia de la instalación.
La inversión en biomasa. Ejemplo de una caldera KWB
A pesar de que la inversión inicial para la instalación de una caldera de biomasa es superior a la instalación de otro tipo de caldera, el ahorro que supone utilizar un combustible más barato hace que la inversión se amortice en un corto período de tiempo. Por ejemplo, para una caldera de biomasa de 300 kW (bastante común en el sector hotelero), la inversión total para caldera e instalación puede llegar a 130.000€. Pero la diferencia de precio entre los dos combustibles hace que el gasto en éste se reduzca a menos de la mitad pudiendo llegar con determinadas biomasas, como las astillas, a un ahorro de un 70-80%. Por ejemplo, el gasto anual de gasoil para una caldera de 300 kW sería aproximadamente de 45.000€, mientras que si se consume biomasa el gasto se reduce a 11.000€ anuales (ahorro del 75%). En este caso vemos que en un año se ahorrarían unos 34.000€, estando amortizada la instalación en menos de 4 años (teniendo en cuenta que el precio del gasoil permanecerá estable, cosa bastante improbable). En 20 años esa instalación tendrá un ahorro total de más de 500.000 € en su factura de calefacción.