Corren tiempos difíciles para la fotovoltaica en España. Miles de productores han sido convocados a una manifestación, mañana, 21 de junio en Madrid, organizada por Anpier, la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica, para protestar por el nuevo marco regulatorio impuesto y retroactivo que, aseguran, arruinarán al colectivo y destruirá el sector renovable.
Mañana, a partir de las 12.30 horas, la patronal fotovoltaica Anpier organiza una marcha de miles de productores fotovoltaicos venidos de todas las comunidades autónomas, que transcurrirá por el Paseo de la Castellana hasta el Ministerio de Industria. Una manifestación que ya cuenta con el apoyo de numerosos colectivos sociales, sectoriales, partidos políticos y empresas: PSOE, IU, EQUO, Compromis, ICV, Ciudadanos, PSC, ERC, BNG, AGE, Ateval, IU-IVC, Chunta Aragonesista, Greenpeace, UNEF, APPA Fotovoltaica, Plataforma Nuevo Modelo Energético, COAG y Unió De Pagesos, aunque prevén más adhesiones última hora.
Crónica de una muerte anunciada
Ya lo contaba en el blog de Gesternova, Jorge González Cortés, su director Comercial y de Marketing, “corría el año 2005” cuando ya estaba en pleno apogeo “el Real Decreto, el 436/2004, el último aprobado por el Gobierno del entonces presidente José María Aznar… una norma que daba la oportunidad de desarrollarse a la tecnología fotovoltaica puesto que se retribuía con el 575% de la Tarifa media de referencia durante sus primeros 25 años de vida y con el 460% el resto de su vida útil, unos 15 años más.”
Con este RD, se daba el pistoletazo de salida del desarrollo desbocado de la fotovoltaica en España, aunque no sería el único, ya que “el PSOE preparaba otro RD que podía hacer menos atractivas las inversiones y reducir la rentabilidad de los proyectos. Por fin alumbró el gobierno socialista su norma para el sector, el RD 661/2007, y en lo tocante a la energía del sol, para sorpresa de todos, mantenía una retribución prácticamente idéntica a la del RD popular sin la referencia de la TMR.”
Y hasta aquí el cuento de hadas, porque tal y como explica González Cortés, “en 2011 cambia de nuevo el gobierno y el Partido Popular que antes de las elecciones veía muy mal que el gobierno socialista regulase en nuestro sector con carácter retroactivo estrena su haber de Reales Decretos-ley con el RDL 1/2012 que paraliza de facto el sector y su desarrollo.”
Recortes y más recortes
Desde entonces, se ha ido aprobando diferentes normativas que han desembocado en la Ley 24/2013, de 26 de diciembre, del Sector Eléctrico, que altera de manera retroactiva las condiciones de la legislación precedente.
Según Anpier, esta reforma eléctrica, una vez puestas en marcha las plantas de generación, y con los patrimonios de estas familias hipotecados, deroga el sistema de apoyos que se acordó, para imponer un mecanismo de supuesta “rentabilidad razonable” que, en la práctica, supone recortes del hasta el 50% de los retornos que garantizaba el Estado, con lo que resultan inviables la mayor parte de las instalaciones.
¿Por qué no se apoya a la fotovoltaica?
Coinciden Anpier y Jorge González que el Gobierno pretende así favorecer las tecnologías fósiles y la generación nuclear: peligrosas, contaminantes y controladas por un reducido grupo de empresas; y expulsar del sistema energético a las fuentes renovables, percibidas como una competencia que les priva de sus ingresos; y todo a pesar de que las renovables democratizan el acceso a la energía y de que sus bondades medioambientales, geopolíticas y económicas son evidentes.
Asegura la patronal fotovoltaica que si se computan todos los costes y los ahorros que aportan las renovables al bajar el precio de la luz en el mercado mayorista de la energía, son absolutamente rentables para el conjunto de la sociedad española en el plano meramente económico, sin entrar en que, además, no generan contaminación ni patologías asociadas y ni supone asumir el riesgo de algún tipo de catástrofe.
España, país del sol
Asegura Anpier que en España, un entorno privilegiado para la generación de energía solar, 62.000 familias producen energía fotovoltaica, con 4.300 Mw limpios instalados y a disposición de la sociedad española, sin contrapartidas peligrosas ni costes oscuros que soportar en las facturas. Las renovables en general, y la fotovoltaica en particular, representaban una oportunidad única para impulsar el tejido productivo del país.
Por eso, ha advertido que la aprobación del Real Decreto 413/2014 que regula a las renovables se enfrentará a las miles de demandas del colectivo, formado por 62.000 familias que no han hecho otra cosa que aceptar una propuesta del Estado, que les impulsó al desarrollo y generación de energía solar fotovoltaica y ahora no quiere asumir los compromisos adquiridos con sus ciudadanos.