El pasado 12 de noviembre salió la edición de 2013 del World Energy Outlook (WEO 2013) que cada año publica la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Un informe que centra su atención en el descenso de producción de los combustibles fósiles a escala mundial, el caso concreto de Brasil y el análisis de futuro del mercado del petróleo en un escenario hasta el año 2035.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) proyecta en su informe World Energy Outlook (WEO 2013) un futuro hasta el año 2035 en tres escenarios, uno continuando con las tendencias actuales, otro con una política que toma medidas para luchar contra el cambio climático y un tercero, el Escenario 450, con medidas drásticas para evitar que la concentración de gases invernadero en la atmósfera. Antonio Turiel, científico titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) hace un análisis de este informe en su blog The Oil Crash donde destaca que el escenario que la AIE considera más probable es el de nuevas políticas moderadas.
El combustible del futuro será la eficiencia
La AIE considera que el verdadero «combustible del futuro» es, en sus propias palabras, «la eficiencia energética». Según sus estimaciones la eficiencia energética «suministrará» más energía adicional que el petróleo de aquí al 2035. Sin embargo, para Antonio Turiel esto es un error porque “justamente en la discusión sobre el crecimiento económico se enfatiza que el crecimiento del PIB es cada vez menos dependiente del consumo energético, aunque se reconoce que hay una fuerte ligazón entre ambos”.
En realidad, y en vista de lo persistente de la crisis en la OCDE y los signos de debilitamiento de muchas economías emergente da la impresión de que la menor dependencia en la energía del crecimiento del PIB observado en los últimos años podría obedecer más a la voluntad de maquillar las cifras de la evolución del PIB que a una verdadera desmaterialización de la economía.
Sin la eficiencia energética, el PIB no crecerá
El pequeño incremento de la producción de petróleo en 2035 respecto a la previsión del año pasado proviene de las ganancias de proceso, que son las que se producen tras refinar el petróleo: sale un volumen de productos resultantes superior al del petróleo que entra. “Teniendo en cuenta que la AIE no puede aceptar que la producción de ningún combustible pueda decaer, el reconocimiento de que las producciones de algunos de ellos se están estancando es lo más parecido al reconocimiento de la llegada de un cenit productivo”, dice Turiel.
Descenso de producción del petróleo
La AIE habla en la parte C de su informe del declive de la producción de crudo (que según el propio WEO es de un 6% anual). Si esto es así, según Turiel “habrán decaído en 2035 a la cuarta parte de lo que producen ahora, es decir, de 70 Mb/d a sólo 18 Mb/d”. Por otro lado, la AIE no se muestra muy optimista respecto a la tecnología de fracking.
En definitiva, la mala noticia es la evolución de la producción de todos los líquidos del petróleo de casi todas las fuentes posibles (crudo convencional, biocombustibles, LTO, pesados, de alta mar…), con la única excepción de los líquidos del gas natural. La AIE asegura que continuará bajando «si no se produce inversión». Por último, señala que todo el crecimiento de la producción de petróleo crudo está en Irak, Brasil y Kazajstán y que países como Arabia Saudita o Kuwait habrían llegado a su máximo productivo.
Fuente: The Crash Oil