Según Fundación Renovables, es “vergonzante, incoherente, cínico y deshonesto el emplear la imagen de parques eólicos, instalaciones fotovoltaicas y centrales termosolares cuando se está llevando a cabo una ofensiva normativa que ha paralizado el desarrollo de las renovables y desmontado la industria que se había creado en su entorno”.
La sede del Parlamento Europeo en Bruselas acogió el martes, 4 de junio, la presentación de la’Marca España’, en un acto pensado para poner en valor los activos del país, recuperar el prestigio mermado por la crisis y tratar de atraer nuevos inversores. La idea ha sido mostrar a una España moderna y tradicional al mismo tiempo y capaz de ser una potencia en muchas áreas, pese al mal momento que atraviesa por la crisis económica. El Gobierno de Rajoy, además de moda, flamenco, bares y tapas, le ha dado protagonismo a la energía ‘verde’, utilizando las renovables como uno de los ejes destacados tanto en el discurso como en la imagen. Sin embargo, la Fundación Renovables, movimiento ciudadano que tiene como objetivo acelerar el cambio de modelo energético con el ahorro, la eficiencia y las renovables, muestra su indignación.
El mismo Gobierno que presume de energía renovable “prepara una reforma energética para completar la tarea de destrucción del sector que ha llevado a cabo desde su llegada al poder y que inició con el RDL1/2012 de moratoria de las renovables”, apunta en un comunicado la Fundación. Los responsables de la política energética y el conjunto del Gobierno “han dejado muy claro” que su opción energética es el petróleo (instando a las prospecciones en Canarias), el gas (considerando una oportunidad el “fracking”), el carbón (dando continuidad a su utilización) y la energía nuclear (obstinado en mantener abierta Garoña), mientras “demonizan en su discurso y en sus normas a las energías renovables”.
El colectivo considera que es “vergonzante, incoherente, cínico y deshonesto el emplear la imagen de parques eólicos, instalaciones fotovoltaicas y centrales termosolares cuando se está llevando a cabo una ofensiva normativa que ha paralizado el desarrollo de las renovables y desmontado la industria que se había creado en su entorno”. Ofensiva, explican desde la Fundación, que se quiere completar con nuevas medidas que van a llevar a la ruina a las empresas del sector, mientras se ignoran el ahorro y la eficiencia que deberían ser las prioridades de la política energética que requiere la situación actual.