Si Ícaro levantara la cabeza vería como el sol podría haber sido su mejor aliado. Durante cinco meses y 25 días de vuelo, un extraño aparato surcará los cielos del planeta. Es el Solar Impulse, el primer avión propulsado únicamente por energía solar fotovoltaica, que dará la vuelta al mundo y demostrará que solo con el sol, el ser humano puede alcanzar alturas celestiales.
35.000 kilómetros que comenzarán y terminarán en Abu Dhabi tienen como objetivo demostrar que los aviones pueden dejar de consumir combustibles fósiles y alimentarse exclusivamente con los rayos solares. El avión Solar Impulse (Si2) prevé comenzar a dar la vuelta al mundo a finales de febrero o principios de marzo y finalizar a finales de julio, de tal manera que se realicen 12 etapas en horario diurno y nocturno.
Una de las paradas, en España
El recorrido incluye aterrizajes en Muscat (Omán); Ahmedabad y Varanasi, (India); Mandalay, (Birmania); Chongqing y Nanjing, (China). Después de cruzar el Océano Pacífico a través de Hawaii, el Si2 volará a través de EEUU, con tres escalas: Phoenix, un lugar por determinar del centro de EEUU, dependiendo de las condiciones meteorológicas y Nueva York. La travesía del Océano Atlántico acabará en un aeropuerto de la península Ibérica o bien del norte de África, para realizar el último vuelo hasta Abu Dhabi.
Los vuelos se realizarán durante unos 25 días a una velocidad que oscilará entre los 50 y los 100 km/hora.
El futuro, de las renovables
“Con nuestro intento de completar el primer vuelo alrededor del mundo con energía solar, queremos demostrar que las tecnologías limpias y la energía renovable puede lograr lo imposible. Queremos que los jóvenes, líderes, organizaciones y legisladores entiendan que lo que Solar Impulse se puede lograr en el aire, todo el mundo puede lograr aquí en la tierra en su vida cotidiana. La energía renovable puede convertirse en una parte integral de nuestras vidas, y juntos, podemos ayudar a salvar los recursos naturales de nuestro planeta “, declaró Bertrand Piccard, iniciador y presidente de Solar Impulse, durante la presentación del proyecto.
El proyecto Solar Impulse se ha gestado durante 12 años y cuenta con diversos patrocinadores, además de 80 socios tecnológicos que han realizado numerosas aportaciones innovadoras para que el vuelo se pueda realizar y sea un éxito. Entre las compañías involucradas en el proyecto se incluyen a Bayer AG, Solvay, ABB, Schindler, Omega o Masdar, de Abu Dabi.
“El Solar Impulse 2 debe lograr lo que ningún otro avión en la historia de la aviación ha conseguido: volar sin combustible durante cinco días y noches consecutivas con un solo piloto en una cabina no presurizada”, anunció André Borschberg.
Características del aeroplano
El Solar Impulse tiene 72,3 metros de envergadura y 22,4 metros de longitud, casi tanto como un Airbus 340, pero sólo pesa 2.300 kilos, poco más que un automóvil. Es grande y ligero, construido con fibra de carbono, de vidrio y kevlar y lleva a bordo la tecnología electrónica más avanzada. Tiene una velocidad punta de 70 kilómetros hora, la potencia de una motocicleta y capacidad de transporte para un sólo pasajero.
Los 270 metros cuadrados de paneles repartidos en 17.000 células fotovoltaicas que dibujan sus alas y los cuatro motores eléctricos que carga le proporcionan energía suficiente para volar en horario diurno y nocturno.
Durante las escalas, el equipo de Solar Impulse organizará reuniones, visitas de avión y se activará la transmisión en directo del vuelo a través de Google Hangouts, con el fin de divulgar la vuelta al mundo y resaltar las soluciones técnicas innovadoras para combatir el cambio climático.
Los dos pilotos suizos, Bertrand Piccard y André Borschberg, ambos pilotos profesionales, se turnarán en los controles de la pequeña cabina durante cinco días y noches consecutivas en el aire cuando tengan que cruzar el Océano Atlántico y Pacífico sin interrupción.