Cada vez hay más las voces que se manifiestan en contra de la polémica reforma del sector eléctrico que ha llevado a cabo el Ministerio de Industria en el que penaliza la generación de energía destinadas al autoconsumo. Esta vez le ha tocado el turno a la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) que considera la medida “discriminatoria y arbitraria”. Y no son los únicos.
Los impuestos al autoconsumo tienen a instituciones, ciudadanos y pequeños productores enfrentados al Gobierno. Para las organizaciones ecologistas es “como si el ciudadano que cultiva un huerto tuviera que pagar impuestos por los tomates que come”. También la UNEF, Unión Española Fotovoltaica, ha presentado una nota informativa en el que critica la decisión de la Comisión Nacional de Energía (CNE) y solicitan la eliminación del “peaje de respaldo” a la energía que es autoconsumida de forma instantánea sin llegar a ser requerida o inyectada al sistema, porque imposibilita el desarrollo del autoconsumo en la práctica, y porque existen mecanismos de compensación de los desvíos y sería discriminatorio que la energía autoconsumida pagará por servicios y desvíos que no ocasionan costes al sistema.
La inclusión de un impuesto a los particulares que producen su propia energía no ha gustado, tal y como era previsto, a los organismos reguladores, como es el caso de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC). Competencia ha publicado un informe no vinculante sobre el anteproyecto de ley de la reforma energética, en el que pone de manifiesto que el impuesto es «discriminatorio, arbitrario» y, además, impide que los precios que pagan todos los usuarios por la luz sean más eficientes.
La CNC insta a Industria a eliminar el impuesto
Además, la CNC rechaza «peajes o cargos adicionales a los existentes para el resto de los consumidores» y recuerda que los productores de energía ya pagan un peaje de conexión a la red pública. Pero va más allá y, tras apoyar las ventajas del autoconsumo, insta al Ministerio de Industria a suprimir el polémico impuesto y tomar la dirección opuesta: incentivar la microproducción de energía. Entre los argumentos que ofrece para ello señala que contribuye a aumentar la independencia energética, algo particularmente importante para un país como España, enganchado a la energía exterior. También porque, teniendo en cuenta que el impuesto penaliza principalmente a la tecnología de las placas solares, que presenta menores costes que otras, se está perjudicando la eficiencia del sistema e impide a algunos grandes usuarios reducir costes, lo que lastra la competitividad de todo el tejido productivo.
Incluso, añade que producir uno mismo la energía en casa es una alternativa para el consumidor, y por ende, lleva a los mayoristas y minoristas a ofrecer tarifas «más eficientes». «En definitiva, el autoconsumo es una opción favorable a la competencia que sirve para disciplinar, al menos indirectamente, al sistema eléctrico cuando los costes del mismo son lo suficientemente elevados como para que, con economías de escala y de red muy inferiores, la opción del autoconsumo sea económicamente racional», resume la comisión. «De esta forma, también desde el punto de vista de competencia la autoproducción descentralizada no debería ser innecesaria o desproporcionadamente desincentivada, más bien al contrario», añade.