En 1927 un ingeniero ruso, Oleg Losev, observó que cuando la corriente pasaba entre los diodos de su viejo aparato, se producía un destello de luz. Estas observaciones culminaron con la fabricación de un diodo cristalino a base de óxido de cinc y carburo de silicio. Había nacido así el LED. Desde la publicación del informe en la revista Telefonía de Rusia hasta 2007, el descubridor del led había pasado inadvertido.
Desde los años sesenta el led ha pasado del color rojo de los mandos a distancia, al verde de los relojes digitales y finalmente al azul, que marca el punto de arranque de la iluminación led. Y el avance está siendo tan espectacular en cuanto a potencia lumínica, que de los prototipos que en 2008 obtuvieron 122 Lm/W (Lúmenes por vatio), hemos pasado a los 254 Lm/W.
Pero el desarrollo de la industria led no se basa tanto en el objetivo de obtener mayores luminosidades como en la búsqueda de productos con retornos razonables. El desarrollo de la industria led está basado en la sustitución paulatina de los incandescentes, y los fluorescentes de bajo consumo, pero para que esa sustitución sea efectiva ha de darle al mercado un motivo evidente de cambio, y más teniendo en cuenta los momentos actuales en los que el gasto superfluo es tan meditado por los consumidores.
Además, para que la industria led se pueda desarrollar a gran escala, la información es sin duda, el principal camino. El pasado viernes, durante la jornada organizada por ANILED, se dieron algunas cifras realmente sorprendentes. Juan Ramón de Santiago, director comercial de AIRIS, expuso algunos ejemplos de actuaciones en la sustitución de bombillas tradicionales por tecnología led:
Supermercado
35.500 euros de consumo eléctrico anual con bombilla tradicional
10.820 euros de consumo eléctrico anual con leds
24.680 euros de ahorro anual
50.454 euros de inversión
1,9 años de retorno de inversión
85.730 euros de caja acumulada en cinco años
TIR del 43,6%
Vida útil esperada de 13,4 años
Este tipo de actuaciones puede, a su vez, ser complementada con sistemas de control y automatización de la intensidad lumínica, de tal forma que el sistema detecte las necesidades de luz, consiguiendo un mayor ahorro energético.
Para Carlos Peña, Director del área internacional de OFILED, estamos hablando de proyectos financieros más que de proyectos de iluminación, ya que estos han de ser financiados mediante renting o mediante pago con ahorros, donde las ESEs juegan un papel fundamental. En este caso es el cliente el que convierte sus ahorros en un producto financiero.
Ventajas
Además del ahorro económico y energético(60% mínimo de reducción de consumo), el led cuenta con innumerables ventajas con respecto a la bombilla tradicional o la de bajo consumo, como son:
Durabilidad (50.000h), respuesta rápida, regulación, mayor resistencia a los impactos (no hay cristal) menor emisión de calor, no contienen mercurio ni gases, no hay parpadeo, no hay emisión de infrarrojos ni ultravioletas, mejor intensidad lumínica, menos deslumbramiento, mayor calidad cromática, no hay centelleo.