El próximo jueves, 14 de febrero, es una fecha señalada en el calendario y no solo para el amor y la amistad. Se celebra el Día Mundial de la Energía, una jornada en la que reflexionar sobre la importancia de la energía y la responsabilidad que se debe ejercer sobre ella.
La necesidad de energía es una constante desde el comienzo de la vida misma. Base de la actividad económica y social del mundo. Cabe señalar que, de acuerdo al último informe de Naciones Unidas, más de un tercio de la población mundial no tiene acceso a las formas avanzadas de energía y que los 30 países más desarrollados del planeta, que representan un 15% de la población total, consumen más del 60% de estas formas modernas de energía. Además, la coyuntura actual anima a promover el uso de fuentes alternativas, limpias y renovables porque todavía nos encontramos lejos del objetivo de la Directiva Europea que establece que un 20% del consumo energético final deberá ser renovable para 2020.
La energía es un componente indispensable del mundo moderno que proporciona bienestar, desarrollo y confort a las personas. A pesar de ello, la mayoría de su producción genera un severo impacto en el entorno natural, siendo la principal causa de los problemas ambientales que aquejan a la Tierra. El Cambio Climático tiene relación directa con el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero que son provocadas en gran parte por las actividades de generación de energía.
Tanto España como el resto de países desarrollados requieren un cambio del modelo de abastecimiento energético, ya que se calcula que aproximadamente el 80% de la energía mundial se produce con base de combustibles fósiles, de ésta un 36% es proveniente del petróleo y sólo un 2% resulta de energías renovables. Datos que reflejan que se puede hacer mucho en la búsqueda y fomento de nuevas fuentes de energía.
La sostenibilidad en materia de energía es imprescindible en todo el mundo y, en concreto, en España puede ser un sector que impulse el empleo y además suponga un paso a favor del medioambiente. La energía que nos abastece en la actualidad funciona básicamente a través del consumo de combustibles fósiles, minerales finitos que debemos importar, que son muy contaminantes y que además, suponen un considerable coste económico para un país, para las empresas o para un particular.
Fundación José Manuel Entrecanales: “La energía más barata es la que no se consume”.
La Fundación José Manuel Entrecanales cree que se deben dar pasos hacia una mejor gestión energética para cambiar esta situación. La innovación en materia de sostenibilidad energética permitirá alcanzar un modelo con menores emisiones contaminantes, más seguro y a un menor coste. La inversión en este sector es, ahora más que nunca, fundamental para el crecimiento y la mejora de la competitividad de la economía española siendo una vía para crear nuevos empleos.
Según la Fundación, las nuevas tecnologías tienen y deben aportar mucho al mercado energético. Facilitar una serie de ventajas en eficiencia, generación propia de energía para el autoconsumo, mejor aprovechamiento de recursos y una reducción en la cantidad de emisiones de CO2 que lanzamos a la atmósfera.
Hace falta incrementar la concienciación social en este campo y no sólo se debe pedir responsabilidad a las grandes empresas o a las instituciones públicas, sino también a los ciudadanos. Pero además se debe cambiar el chip y apostar por las empresas del sector energético porque tienen una gran oportunidad. En España se estima que un plan serio de mejora energética de edificios crearía 130.000 empleos. Hay que apoyar a estos emprendedores para que se reduzcan los trámites burocráticos que supone fundar una empresa en el país y para que logren consolidarse con una mayor facilidad, además de conseguir que opten de una manera más sencilla a financiación no solo en el ámbito público sino cada vez más en el privado. La inversión en I + D + i en materia energética es mínima si la comparamos con los beneficios que ese coste reporta a la economía y la salud medioambiental de un país. Fomentar la ayuda a todo aquel que quiera apostar por la sostenibilidad energética debe contar con el impulso social, empresarial e institucional, ya que su éxito será el de toda la sociedad.