UNESA, la Asociación Española de la Industria Eléctrica, se pregunta cómo es posible que siga generándose déficit de tarifa eléctrica, tras los nuevos impuestos y los recortes que el Gobierno ha aplicado durante los dos últimos años precisamente con ese objetivo, el de el déficit.
Según cálculos del ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, el déficit de tarifa, al cierre de 2013, estará probablemente en el entorno de los 2.500 o 3.000 millones de euros. Este déficit se está generando a pesar de que en los dos últimos ejercicios las compañías de UNESA han sufrido importantes recortes, con un impacto total de más de 4.500 millones de euros.
De este modo, la patronal de las grandes compañías del sector eléctrico, que según manifiestan son las que se han visto más perjudicadas por estas reformas, no sólo están obligadas a financiar el déficit, un déficit del que consideran que no son las principales causantes, sino que además, tendrán que financiar nuevos déficits. Para ellos, “seguir financiando y soportando en nuestros balances importantes partidas del déficit nos parece incompatible con el enorme esfuerzo económico que ya hemos realizado.”
No se soluciona el déficit de tarifa
Por eso, sospechan que estas decisiones que se están tomando en los últimos años y en especial con la reforma energética tengan el éxito esperado en el futuro, es decir, solucionar y resolver el grave problema del déficit de tarifa.
Es por esta razón por la que la Asociación Española de la Industria Eléctrica muestra su total desacuerdo con la reforma energética. Por un lado porque se les exige un nuevo esfuerzo, como por la insuficiente cuantía de las aportaciones que se realizarán con cargo a los Presupuestos, por lo que lo consideran un reparto desproporcionado. En su opinión, “los sobrecostes de sector corresponden en su mayoría a decisiones políticas que en nada tienen que ver con los costes reales del suministro eléctrico, y que han beneficiado a tecnologías inmaduras en el momento de su entrada en funcionamiento como la energía solar.”
Ruina del sector
Además, con la financiación del déficit de tarifa a la que se han visto obligados, les ha gravado sus costes con lo que no han podido aplicar esos recursos a otras actividades productivas del sector. Esto trae como consecuencia que puede que no se cubran los costes de capital invertido y por tanto, pone en riesgo la capacidad de financiación de los negocios de distribución. Alerta la asociación de una drástica reducción de empleo y el replanteamiento de sus inversiones en España.
Para UNESA, la Comisión Nacional de Energía (CNE) no tiene en cuenta que si los autoconsumidores dejaran de pagar los peajes de respaldo de los costes regulados del sistema, los demás consumidores tendrían que asumir su parte, y esto sí que sería discriminatorio. Pone como ejemplo a los usuarios de los seguros médicos privados que no dejan de cotizar a la seguridad social a pesar de no utilizarla, contribuyendo así a su mantenimiento. En este caso, “las redes de transporte son imprescindibles y todos tenemos que contribuir a su mantenimiento.”