Este próximo lunes, 30 de noviembre y hasta el 11 de diciembre se celebrará en París la Cumbre del Clima (COP21). Una oportunidad única y trascendental en la que los Gobiernos deberían adoptar un acuerdo ambicioso, vinculante y justo. El Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, considera que ésta “debe marcar el suelo, no el techo de nuestras ambiciones”.
Es necesario reducir las emisiones de gases contaminantes para evitar que la temperatura del planeta suba por encima de los 2ºC de media. Por eso, ante el inminente inicio de la COP21, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, ha escrito un editorial que refleja los objetivos que espera ver cumplidos en esta Conferencia sobre el Cambio Climático.
En su mensaje, Ban ha indicado que más de 166 países ya han enviado sus planes climáticos con los objetivos a cumplir y que éstos, en conjunto, son responsables del 90% de las emisiones.
Cuatro puntos para el éxito
El titular de la ONU ha considerado cuatro puntos esenciales para el éxito de la Conferencia: la durabilidad en el tiempo de los posibles acuerdos; la flexibilidad para evitar su continua renegociación; la solidaridad entre los Estados, en especial mediante la financiación y transferencia tecnológica a los países en desarrollo; y la credibilidad a la hora de responder a las repercusiones del cambio climático.
Ban ha destacado que la Conferencia de París “debe marcar el suelo, no el techo de nuestras ambiciones. Debe ser el punto de inflexión hacia un futuro con bajas emisiones y resiliente al clima”.
Finalmente, se ha dirigido a los líderes mundiales que asistirán al evento señalando que ha llegado el momento del sentido común, del compromiso y el consenso dejando de lado los intereses nacionales y anteponiendo el interés de todos.
El calentamiento y el empleo
El cambio climático, una cuestión sindical. Cada vez que se produce algún fenómeno climático extremo, como huracanes, tifones o inundaciones, se destruyen muchos recursos productivos y miles de empleos, según asegura la Confederación Sindical Internacional. De hecho, en 2007, el ciclón Sidr afectó a 567.000 empleos en Bangladesh, en 2012, el huracán Sandy destruyó11.000 puestos de trabajo sólo en Nueva Jersey (EEUU) y en 2014, el tifón Hagupit destruyó el medio de vida de 800.000 trabajadores en Filipinas.
Las alteraciones del clima afectan a cada zona de manera distinta, pero lo cierto es que ningún país se libra de sus impactos. La Península Ibérica, y en general toda la región mediterránea, es una de las zonas donde más va a aumentar la sequía y disminuir la disponibilidad de agua. El sector agrícola y el turismo se verán severamente afectados.
Eficiencia energética
Por su parte la Representación de la Comisión Europea en España, para impulsar la sensibilización de la ciudadanía, convocó el 25 de noviembre, un encuentro informativo para explicar la revisión de la normativa europea sobre etiquetaje de la eficiencia energética en los aparatos eléctricos que pretende aclarar y dar coherencia a la información al consumidor para que puedan ahorrar energía y dinero.
Y es que la Comisión Europea ha transmitido este verano a los gobiernos de la UE y al Parlamento Europeo una propuesta para crear una única escala de etiquetado que vaya de la A a la G y crear una base de datos en línea para registrar la comercialización de cualquier nuevo aparato eléctrico.
El gas y el calentamiento
Por su parte, la Unión Internacional del Gas (IGU) recoge con satisfacción las perspectivas positivas para el sector del gas natural que aparecen en el World Energy Outlook 2015 (WEO 2015), publicado por la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Consideran que el gas natural debe jugar un papel clave en la transición hacia un mix energético sostenible.
En el escenario de Nuevas Políticas de la AIE (que tiene en cuenta los efectos de todas las políticas climáticas actuales y las anunciadas para el futuro, incluyendo los compromisos climáticos adoptados por los países antes de la COP21), el consumo de gas natural mantiene la tendencia al alza, y crece anualmente un 1,4% hasta 2040.
Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, ha confirmado que “en algunas partes del mundo estamos entrando en la Edad de Oro del Gas”. Algo en lo que coincide la IGU, donde las estrategias energéticas para el futuro deberían incluir un mayor uso del gas natural en la generación de electricidad y en el transporte: “La mejor forma de reducir drásticamente las emisiones hoy es pasarse al gas natural», aseguran.